Los estudiosos de los evangelios dicen que la condición necesaria para que se produzca el acto cristiano del perdón, que no es sino una forma ritual de expiación, es que acontezca antes una conversión sincera. De ser así, el archivo de la causa penal por la adjudicación de la mina de Aznalcóllar puede ser interpretado, siguiendo las reglas de la analogía, como una misa donde los sumos sacerdotes del susanato reclaman una inmolación en favor de su diosa particular.
Las Crónicas Indígenas del lunes en El Mundo.
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