Es natural que crean en la patria, ese invento bajo el que se camuflan tantísimas miserias, los padres del invento: aquellos que pretenden encarnarla a cambio de una recompensa que no se limita al honor, sino que versa sobre el dinero. Cualquier nacionalismo es crematístico. Y el amor al terruño, una mentira fabricada para los idealistas.
La Noria del sábado en El Mundo.
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