El Quirinale, como todos sabemos, es una corte absolutista –un solo rey rodeado de vasallos– que este 28M aspira a extender al ámbito municipal y provincial la hegemonía regional obtenida el histórico 19J, que para la derecha indígena equivale al nacimiento de un mundo nuevo. Se parece mucho, por aquello del abuso del escabeche, al anterior, pero a los cortesanos de San Telmo les hace ilusión creer que ellos son distintos, siendo exactamente iguales a los susánidas. En las monarquías del Antiguo Régimen los monarcas reinaban, pero gobernaban sus hombres de confianza (hasta que dejaban detenerla), los famosos validos. Solían ser aristócratas que, aprovechando el escaso entusiasmo de los reyes por los asuntos de Estado –que descuidaban para dedicarse a la caza, a la pompa y el boato y al amor cortés–, dominaban la burocracia palaciega y ejercían –en su beneficio y en el de su propia estirpe– como primeros ministros.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.