Nadie lo diría. Y, sin embargo, lo creemos con convicción: lo más punk que puede hacer hoy en día un escritor es componer un verso ortodoxo, de sílabas contadas, acentos regulares y dicción ancestral. En contra de lo que se piensa, lo radical no es el presente –inevitable– sino ese bendito pretérito que llamamos tradición cultural, una milagrosa forma de pasado que nos ayuda a entender (todos los días) el sentido de nuestra existencia. En 2004, cuando a Rafael Sánchez Ferlosio, gigante de la inteligencia, le dieron el Premio Cervantes pronunció estas palabras: “La sin par naturaleza de don Quijote estaba en ser un personaje de carácter cuyo carácter consistía en querer ser un personaje de destino”.
Las Disidencias en #LetraGlobal.
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