El cordón umbilical que unía el pasado y el presente del socialismo en Andalucía se ha quebrado de un tajo, provocando sangre, vísceras y ese dolor que sólo se experimenta entre las familias meridionales, donde las estirpes guardaban hasta ahora un escrupuloso respeto hacia las generaciones previas. La República Indígena, el mundo paralelo en el que habita el susanato desde su instauración hereditaria, ha entrado en crisis tras su segunda coronación.
Las Crónicas Indígenas del lunes en El Mundo.
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