Serán en diciembre, mes lunar. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha hecho finalmente uso de la prerrogativa estatutaria que reproduce la tradición de los antiguos monarcas absolutistas, a pesar de toda la literatura jurídica posterior, que considera el privilegio unipersonal de disolver las cámaras parlamentarias por decreto como un contrapeso frente al poder legislativo. Como se esperaba hace seis meses, ha convocado autonómicas en el Sur antes de lo previsto. Se trata de la segunda legislatura abortada por la Reina de la Marisma después de que hace tres años despidiera de su gobierno a Izquierda Unida, con cuyos votos fue investida por vez primera –hace ahora un lustro– y el PSOE consiguió conservar el poder a pesar de la (insuficiente) victoria electoral del PP de Javier Arenas.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global.
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