El presente inmediato de los partidos a la izquierda del PSOE en Andalucía recuerda más a las guerras tribales de suevos, alanos y vándalos, los bárbaros del Norte que alcanzaron el Sur de Hispania tras la caída de Roma, que al espíritu de Olimpia, nombre de la antigua urbe griega y también del teatro de Valencia en el que hace dos meses Yolanda Díaz presentó el germen de su Frente Amplio junto a la alcaldesa de Barcelona (Ada Colau); Mónica Oltra (Compromís); Mónica García (Más Madrid) y Fátima Hamed (Dignidad de Ceuta.) Cinco mujeres proponían la reinvención del activismo progresista en un proyecto alternativo a las actuales marcas políticas sin la presencia de ninguna líder política afín procedente de Andalucía. La ausencia, más que un olvido, parecía una medida preventiva. De protección. Y eso era. Andalucía, que votará en 2022 y sienta en el Congreso a 61 diputados, puede convertirse, si mide mal sus movimientos, en el Vietnam de la vicepresidenta.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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