En su Paradise Lost, poema doctrinal en diez libros publicado en 1667, el poeta John Milton, ministro de lenguas extranjeras de Cromwell y político republicano contrario a la institución monárquica, a menudo comparado –y no desfavorablemente– con Shakespeare, explica que el cielo y el infierno no son espacios geográficos, sino ámbitos espirituales. “Es nuestra propia mente la que, por sí misma, convierte el cielo en un infierno y viceversa”. La derecha alcanzó el poder en diciembre de 2018 calificando a Andalucía, tras casi cuatro décadas de gobiernos socialistas, como un “infierno fiscal”. Moreno Bonilla prometió que su llegada al Palacio de San Telmo supondría el advenimiento de un edén tributario, aunque olvidó advertir a la grey –que tres años y medio después le ha concedido mayoría absolutísima– que el juicio universal exige una dura selección de candidatos. Un casting. Todos ambicionamos la salvación fiscal, pero únicamente los mejores pueden disfrutarla.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
Deja una respuesta