La Reina de la Marisma sigue jugando al despiste. Con el proverbial resultado de confundir básicamente a sus heraldos, que un día descartan el adelanto electoral, otro lo sugieren como si conocieran las claves del botón nuclear, más tarde lo confirman y vuelta a empezar desde el principio. ¡Viva el bucle! Los pitonisos de segunda -el concepto es de Ella– están que no dan pie con bola. Sentaditos en la tribuna de las Cinco Llagas, los pies no les llegan al suelo al tener que justificar cada día lo contrario de lo que rubricaron la jornada anterior. La Querida Presidenta debería apiadarse de ellos: no hemos visto en mucho tiempo una forma tan constante de hacer el ridículo.
Ángelus & melodrama
Las Crómicas Indígenas del sábado en El Mundo.
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