No existe nada como el poder (del presupuesto) para que el pasado se diluya. Nuestra Reina, a la que desde esta tronera entronizamos antes que nadie, incluido el Parlamento, colgó hace unos días un mensaje en Twitter: «Hoy he vuelto a mi casa, a la Facultad de Derecho». Un hito más de la interminable campaña de propaganda en la que el peronismo rociero lleva embarcado antes de adelantarnos las inminentes elecciones. En este tiempo, mientras dice que nos gobierna, Su Peronísima ha inaugurado rotondas, tiendas, supermercados y campos de fútbol; ha participado en la fiesta de moros y cristianos de Benamahoma y en la feria del queso de Zuheros. Hemos tenido a la Querida Presidenta hasta en la sopa. Un planazo.
Aquellos maravillosos años
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo.
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