Su Peronísima eligió Alcalá de Henares, patria cervantina, para iniciar en público la batalla –léase con tono allegro marziale– de captación de avales entre los militantes. Allí proclamó: “Yo quiero que respondáis por mí, yo me voy a comportar como una buena socialista”. Dos yo en menos de dos frases. Tiene mérito. El requerimiento de la Reina (de la Marisma) nos deja sin palabras porque, si se fijan, no pide ni ruega el aval; lo exige. Tiene carácter. Además, reclama al personal que ponga la mano en el fuego por Ella. Así, sin anestesia. A cambio garantiza bondad infinita. Eso mismo prometió a algunos de sus caídos cuando llegó (por herencia) al Quirinale de San Telmo: “Voy a portarme bien”, dijo. Algunos todavía están esperando que cumpla esta promesa. Y las demás.
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo.
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