Las elecciones del 19J en la Marisma, junto a la absolutísima del Reverendísimo, cuya mayor preocupación en estos instantes es elegir a su primus inter pares, tarea delicada porque tal designación puede ser leída en clave sucesoria, aunque en principio sea a largo plazo, han dejado tres certezas, tres. Primera: el mejor dique de contención frente a los ultramontani no es el antagonismo, sino la distancia inteligente, una virtud que no practican los escuadrones católicos de Vox. Segunda: el PSOE indígena necesita refundarse desde los cimientos; la estructura heredada apenas si se sostiene (electoralmente) en pie y no va a servir para volver al Quirinale. Andlast but not least: el bloque progresista, ese animal mitológico que debía habitar a la izquierda de los socialistas, ni es bloque (unitario) ni avanza. Retrocede.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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