Despejada la incógnita (relativa) sobre la composición del Gobierno, los heraldos, como es su costumbre, andan entusiasmados contando ministros. ¿Cuántos tiene Andalucía? Cinco, como cinco soles. Tenemos suerte: en la Marisma disfrutamos de más carteras que el Cristo de los Evangelios, que sólo tenía a los autores sinópticos y al apocalíptico de San Juan. ¿No es para estar felices? Pues no. Los ministros de Sánchez I, el Insomne, no son técnicamente ministros de Andalucía, sino ministros de quien los designa. Habrá quien crea que tras jurar el cargo pasan a ser ministros de todos. Error: seguirán siendo primados de aquel al que le deben la canonjía. Eso de que un ministro sea ecuménico sólo pasa en las democracias civilizadas.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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