Andalucía, cuatro meses después del 2D, y en puertas de las inminentes elecciones generales, continúa atrapada en su singular cambio interruptus. Un bucle que comienza a ser excesivamente melancólico y que consiste en dejar de hacer sin que lo parezca demasiado o, si lo formulamos por pasiva, en alterar lo menos posible simulando cambiar lo máximo. En cualquiera de ambos casos, formas equivalentes de simulacro. Gatopardismo puro. PP y Cs, que necesitan a Vox para conservar la mayoría parlamentaria, están gobernando sobre las estructuras burocráticas creadas tras cuarenta largos años de hegemonía del PSOE. El nuevo Ejecutivo del Sur reina, pero quien actúa de facto es una Administración muy politizada y cuya lógica interna responde a los intereses de los clanes familiares del socialismo meridional.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
Deja una respuesta