El Quirinale se ha abonado a la exageración interesada. Un clásico del mes de agosto. Según los peritos en propaganda de los escabechistas, que últimamente no dan abasto, la Marisma ya es igual que la China a la que viajaba Marco Polo: un reino ideal para hacer negocios. Un sitio donde la libre iniciativa no encuentra freno -la tesis oficial es que hasta 2018 vivíamos en la Unión Soviética del Sur- gracias a la ausencia de trabas burocráticas e impuestos para las empresas foráneas y las propias, que además -nos insisten- cada vez son más. Sobre todo desde que el Reverendísimo y el Adelantado, envidia de las academias, tomaron el timón de la nave. ¡Cuánto nos gustaría que fuera cierto! Sin embargo, no podemos más que formular (en negativo) la sentencia clásica: non è vero, non è ben trovato. Hasta para mentir conviene hacerle caso a Cervantes: «Llaneza, no te encumbres, que toda afectación es mala».
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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