San Telmo ha decidido izar la bandera de la autarquía para entregarse a los placeres solitarios del ensimismamiento. Fuera del Palacio, antigua sede de la Universidad de Mareantes de Sevilla, ruge una tempestad (política) en la que convergen tres vientos diferentes, todos violentos para una nave que antes de finales de este año debe salir de puerto y enfilar la travesía por un océano –las urnas– donde el almirante –Moreno Bonilla– se juega el timón. El PP andaluz ha decido retrasar la singladura en la confianza de que el oleaje cesará, y revisa un itinerario que, según las cartas de navegación, debía ser de cabotaje. Ya no es posible. Se han topado con el Mar de los Sargazos, el único que carece de costas a su alrededor.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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