“Que cada cual hable de sí mismo lo mejor que pueda con esta advertencia a su prójimo: si por casualidad entiende usted algo de lo que digo, puede usted asegurar que yo lo entiendo de otro modo”. La voz (apócrifa) de Juan de Mairena, el sabio maestro ficticio de gimnasia y retórica, poeta, filósofo e inventor de una máquina de cantar creado por Antonio Machado, defendía ante sus alumnos que, al habitar en un mundo construido sobre presupuestos que son indemostrables, lo que pensamos de las cosas y de las personas, y tenemos por tanto por indiscutible, bien pudiera ser falso, aunque tras constatar semejante incertidumbre no podamos colegir si deberíamos enjuiciar tal circunstancia como un drama o entenderla como un consuelo.“Según se mire”, añadía el docto maestro machadiano. Algo análogo sucede al enfrentarse a esa suerte de misterio (duradero) que es la identidad cultural de Andalucía.
Las Disidencias en Revista de Occidente.