Estamos en la semana del orgullo. Ustedes ya me entienden, queridos indígenas. De orgullo, en la Marisma, andamos sobradísimos. Tenemos para dar y repartir, siempre y cuando el dinero no sea nuestro, sino de los demás. Mientras las plazas de la República Meridional se llenan de las banderas multicolores que representan al movimiento LGTB, y también a la región peruana del Cuzco, la primera que adoptó como emblema los colores del arco iris, nuestros concejales y alcaldes, recién salidos de las municipales, adoptan sus primeras decisiones de alcance. La primera ha sido garantizarse la poltrona mediante pactos o, en su defecto, gracias a mayorías insuficientes en primera vuelta, pero válidas en segunda.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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