La ignorancia es una de las fuentes más fiables para alcanzar ese punto exacto de delirio que conduce al desastre. Si el Reverendísimo Bonilla hubiera pensado dos veces -o le hubieran hecho pensar, cosa aún más difícil- cómo afrontar el escándalo de la intoxicación por listeria quizás no hubiera recurrido a esa desgraciada comparación entre la Junta (que dirige) y las vanguardias para justificar la gestión de su gobierno en esta epidemia que ha alterado el plácido verano oficial y ha adelantado el inicio del curso político. Cualquiera medianamente formado hubiera desaconsejado tal símil, advirtiendo además del riesgo de caer en el ridículo. Pero nadie abrió la boca. Y el Reverendísimo se metió solito en un jardín (sin salida).
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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