Las elecciones del domingo en Andalucía, las primeras de la noria electoral que nos espera, caminan hacia su consumación –las urnas– por renglones torcidos. Es inevitable que estos comicios, que tienen naturaleza plebiscitaria –decir sí o no a los casi cuarenta años de socialismo en su variante meridional–, tengan una lectura en clave nacional, utilitaria y superficial. También lo es que los actores en disputa –cuatro, a falta de que se confirme qué ocurre con Vox– jueguen con este factor como un argumento electoral más.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global
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