Una humilde aldea puede ser la metáfora del mundo. Sobre todo cuando, como decía Astérix, el cielo empieza a caer sobre nuestras cabezas. En Sanlúcar de Barrameda, el pueblo del Adelantado Marín, los ultramontanos de Vox se han colocado como segunda fuerza política, duplicando votos y congregando al 22,64% del electorado. Los naranjitos de Cs pierden allí en sólo seis meses más de la mitad de sus electores. Habrá quien crea que la causa es el viento de Levante. Pues no: es Cataluña. No hace falta ser un lince: la bandera española -que no es exactamente lo mismo que la Constitucional- ha cambiado de manos en favor de Vox. Ésta es ahora la tendencia general en España. El factor local -el gobierno de la Junta de Andalucía- no ha influido niente. Entre otras razones porque, como venimos diciendo desde el 3D, el cambio en la Marisma no es sino un superlativo escabeche full. Más de uno debería ir pensando cómo va a reubicar en casa los retratos oficiales cuando le saquen del despacho. Al contrario de lo que dice el Adelantado Marín, la cápsula del bipartito ha dejado de existir.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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