Decíamos ayer (se trata de una licencia retórica) que el Reverendísimo y Cía habían celebrado su primer aniversario en Il Quirinale con carita de buenos chicos y un indudable exceso de azúcar. Sólo les faltó organizar una zambomba navideña para alcanzar el top ten de la alegría según el protocolo de las derechitas rumberas, pero no deberían ustedes descartarlo, queridos indígenas: aún están a tiempo de acercarse a Jerez y deleitarnos con la tonada feliz. Mientras tanto, presos de esta Navidad bizcocho, las cosas siguen como siempre: estancadas. El Gobierno del escabeche celebró ayer su reunión semanal con muchas medidas estratégicas, muchas. Entre ellas, un reglamento para repartir las subvenciones los próximos cuatro años.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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