Si la Historia, como dejó dicho Cicerón en una célebre frase, es la maestra de la vida, porque todo lo que nos ocurre a nosotros ya le sucedió antes a otros en lugares y momentos distintos, Sir John H. Elliott (1930-2022), sin duda alguna, fue un dilecto maestro de la Gran Maestra. El historiador británico, que falleció ayer en Oxford a los 91 años –en su caso la inteligencia y la longevidad se mantuvieron hasta el final–, lega a la posteridad uno de los retratos más brillantes y exactos de la trayectoria española desde la Modernidad temprana, inaugurada en el Renacimiento, hasta nuestros días, cuando aquel pasado todavía reverbera en el presente. Una hazaña que únicamente podía hacer un extranjero en un país donde la historiografía ha sido –y todavía es– mercancía fenicia de cambio entre castas, capillas, parroquias y banderías (subvencionadas) con el objetivo de reescribir el pasado para justificar el presente. Elliott, una leyenda en su disciplina, formó parte durante décadas de la élite de su profesión –estudió en el Eton College y en el Trinity College de Cambridge; trabajó en el King´s College de Londres y el Institute for Advanced Study– y adquirió, en la década de los noventa, la condición egregia de Regius Professor.
Las Disidencias en Letra Global.
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