La competencia entre Madrid y Barcelona en el ámbito económico, político y simbólico, cuyos orígenes son antiguos, ha creado en la España contemporánea un marco mental que reduce la identidad del resto del país y su complejidad, pregonada por quienes defienden la existencia de presuntos hechos diferenciales, a dos únicas orillas entre las que se extiende un supuesto océano de tierra despoblada. Intercambian agravios mutuos, pero rara vez son capaces de proyectar su mirada (igualmente ensimismada) sobre otros territorios hermanos. Se trata de una guerra de poder, una dialéctica de ida y vuelta que retroalimenta orgullos ancestrales y muestra determinados traumas colectivos, disfrazados de grandeur. En este sentido, para escándalo de unos y de otros, podríamos hablar de un bicentralismo asimétrico. Al menos, mental.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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