La izquierda andaluza, que nunca ha estado en el PSOE, sino en las tribus, pandillitas y sensibilidades que orbitan alrededor de lo que antes era IU y ahora es Adelante Marismeños, la confluencia de la Violeta Rodríguez y el Argonauta Maíllo, tiene tendencia a usar una retórica política que divide a la sociedad en buenos y malos. En su visión del mundo no hay grises, sino colores primarios. No es que pensemos que algunos de sus diagnósticos no tengan razón -la realidad acostumbra a ser más demagógica que los demagogos, que acaban siéndolo por realismo-, pero sentimos una cierta inquietud con sus métodos, no siempre ejemplares. Pudimos constatarlo en el entierro premium de Su Peronísima (reducta) en las Cinco Llagas.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
Deja una respuesta