La comparación (interesada) entre las presidenciales francesas y el adelanto electoral en Andalucía, consumado este lunes, con el Quirinale inmerso en una sensación de fin de siècle tan intensa que el presidente de la Junta prohibió a la prensa acceder a Palacio y se despidió de los periodistas a través de una televisión de plasma y con un mensaje sin auditorio ni testigos, define el marco de interpretación que Moreno Bonilla lleva buscando desde hace tiempo. Tardó apenas un día –en una entrevista a la carta– en formularlo: “Si Olona puede representar a Le Pen, quizás yo represente a Macron, que es el que ha ganado en Francia”. Simple, efectista e incierto. Aunque la actual portavoz parlamentaria de Vox en el Congreso encabece la lista ultramontana en el Sur, lo que se vota dentro de 54 días en Andalucía no es la presidencia de la Junta, sino la composición política del Parlamento.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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