Sábado, 1 de septiembre. Al alba, con viento de levante, cielo azul y el infinito horizonte de la Marisma derramándose entre los ojos, en los altavoces rocieros empezaron a sonar las sirenas: «¡Mensaje urgente: a todas las unidades del susanato! Se os hace saber, canijos, que Su Peronísima ha ordenado activar la campaña patriótica. Todos (y todas) estáis obligados a secundar la convocatoria. Debéis hacer como Ella: dejarse la piel. No hace falta que penséis. Para eso tenéis el argumentario». A partir de este instante las redes sociales, los teletipos -esos animales mitológicos- y el universo oficial de la Marisma se llenó de invocaciones a la patria herida porque Arrimadas (Inés) había decidido opinar sobre la política indígena. Intolerable.
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo.
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