Habrá cambio político en Andalucía, aunque su estabilidad se presente tan incierta como la cohabitación que a partir de la próxima semana van a ensayar PP, Cs y Vox en el Sur. Consumatum est. El partido ultraderechista tardó apenas 24 horas en rebajar sus propias exigencias y, tras estar realmente cerca de dinamitar el acuerdo de la alternancia, ha terminado rubricando un pacto que garantiza la presidencia de la Junta a Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) y también –conviene no olvidarlo– permite el acceso de Cs al Gobierno andaluz. Ambas cosas van juntas, aunque el partido naranja simule que esta vaina no es la suya.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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