Bueno, pues a estas alturas del partido, cuya sorpresa será la traca final, algunas cosas van quedando meridianamente claras. Primera: la tiesa es Ella. Nos perdonarán ustedes, queridos indígenas, el lenguaje perdulario -que diría nuestro maestro, Roberto Arlt-, pero usamos exactamente el término que Su Peronísima utilizó con su señor esposo cuando se refirió a su condición (relativa) de desempleado. Ella, ya lo saben, es un derroche de delicadeza. Decimos lo de tiesa por la milonga de los 80 euros de su cuenta corriente (más los 30.000 que tiene en un producto financiero; ¡ah, los pérfidos bancos!), cantidad que, además de increíble, roza la insolvencia, pero que a la Reina (en funciones) le sirve para presumir de honradez virtual.
Las Crónicas Indígenas del miércoles en El Mundo.
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