Cada vez que un socialista (histórico) defiende la inocencia de José Antonio Griñán en el caso ERE muere un gatito. O dos. Hasta tres, en ocasiones. Al tiempo se constata, como ya ocurrió con el indulto en favor de los condenados del procés, la concepción aérea, relativista y fanáticamente posmoderna –elijan el adjetivo que más les guste– que tiene el PSOE sobre la Justicia, que o es social o termina no siendo nada. El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de prisión para uno de los dos históricos expresidentes de Andalucía –condenado por delitos demostrados de prevaricación y malversación– que, a su vez. cada uno en un momento temporal, alcanzaron a presidir también la Ejecutiva de Ferraz. La noticia debería haber provocado vergüenza en la cúspide de un partido que llegó al poder prometiendo cien años de honradez. Transcurrido el tiempo, señor de los días, ha demostrado lo que dejara dicho en un instante mítico Tierno Galván: “Las promesas, en política, se hacen para no cumplirlas”.
Los Aguafuertes en Crónica Global.
Deja una respuesta