No hay nada más inquietante que un augurio interesado. A juzgar por el atrio de obligada inocencia que algunos, cuyos intereses en esta causa son evidentes, le han fabricando por adelantado a Chaves, Griñán y Cía, los procesados en la pieza política de los ERE, uno pensaría que vive en una Andalucía bíblicamente injusta donde los hombres de honor pagan por pecados que no cometieron. No es el caso. Con independencia de cuál sea el fallo judicial, al que seguirán los inevitables recursos, prolongando así la guerra de los tribunales hasta el infinito, lo que se juzga en la vetusta Audiencia de Sevilla no es únicamente la legalidad de un procedimiento, sino la razón genética del sistema de prebendas sobre el que los socialistas del Sur, incluidos los susánidas, herederos de la República Indígena, sustentan todo su poder.
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo.
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