La cosa se está poniendo divertida. Mucho. Hasta el punto de que losultramontanos de Vox, esa gente tan normal, se han venido arriba -con perdón- mientras el Adelantado Marín, líder de Cs en Andalucía, otrora sostén del susanato, insiste en jugar a la mosqueta, como si su vicepresidencia y todas las demás cuestiones asociadas, desde el control de las Cinco Llagas a las consejerías que disfrutarán sus diputados (cuñados incluidos), no dependieran, igual que la investidura de la Sagrada Cofradía de Moreno (Bonilla) y sus chalequitos acolchados, de los doce votos de la ultraderecha, que quiere una foto a tres, no dos retratos por parejas.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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