La movida es uno de los subgéneros menores del periodismo local sevillano, que ha hecho, sin querer, tradición escrita de todos aquellos asuntos de los que nuestros alcaldes llevan lustros hablando pero nunca han sabido o han querido resolver. Con la botellona ocurre como con el Metro, las barriadas o la revitalización de la dársena del Guadalquivir: son temas perpetuos por la incapacidad de nuestros próceres para convertirlos en historia. Las hemerotecas, que ya son museos de antigüedades ilustradas, rebosan páginas con planes, proyectos, declaraciones y propuestas sobre estos asuntos que jamás se llevaron a término o fracasaron.
La Noria del miércoles en El Mundo.
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