Muchos años después, delante de los periodistas, Elías Bendodo, hombre fuerte del nuevo tripartito andaluz, que es una alianza política tácita, no expresa, recordó aquel día lejano en el que su partido –el PP– ponía el grito en el quinto cielo porque el PSOE pagaba con dinero público las viviendas de los altos cargos de la Junta que seguían empadronados en sus provincias de origen, aunque vivieran todo el año en Sevilla. Esta semana, en su primera comparecencia como portavoz del ejecutivo de Moreno Bonilla, le preguntaron si pensaba dejar de abonarlas: “En principio, no está previsto (tos). Pediremos moderación, pero esto debe mantenerse”. Alguien dijo que la política es comer (todos los días) un sapo distinto. El gobierno de las derechas en el Sur lleva diecisiete en San Telmo y su ración anfibia incluye todas las calorías del menú básico.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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