“Si quieres paz, prepárate para la guerra” decían en la antigua Roma. En el Quirinale, que es nuestra magistratura más romana, donde mora el César de la Marisma, han decidido invertir la sentencia –que se atribuye al escritor latino Flavio Vegecio, alias Renato– y buscar la tranquilidad (de los conventos) organizando, igual que el peronismo rociero, unas amigables reuniones de fraternidad con los agentes sociales, patronal y sindicatos, que tienen más de lo primero que de lo segundo. Por supuesto, la buena fe presidió el primer cónclave solemne: las derechas, desde que renunciaron al cambio en favor del escabeche, han demostrado tener una mano izquierda –lo decimos sin segundas, malvados– que nunca mostraron los socialistas.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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