Queridos indígenas, vayan preparándose para lo que nos espera: una vida con mascarilla, sin platos al centro y aderezada con el sagrado incienso de las sacristías, donde los monaguillos, esos impostores que no practican nada de lo que predican, nos recordarán que el tránsito por este mundo, bíblico valle de lágrimas, es sacrificio, cilicio y penitencia. Visto el panorama, y también el programa de desconfinamiento preparado por el Quirinale, podemos decir sin duda alguna que nos espera un mundo peor que el abandonamos antes de recluirnos, por la fuerza de un decreto, en nuestra particular celda. El Reverendísimo Bonilla, haciendo honor a su nombre, ha decidido que el nuevo lema de la Marisma sea el siguiente: «Misas, first«.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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