“El instante del arrepentimiento” –escribe Oscar Wilde– “es aquel en el que uno decide cambiar su pasado”. Los socialistas andaluces, que la pasada semana se reunieron en Torremolinos para consumar su particular anschluss –la anexión definitiva entre las sedes orgánicas de San Vicente y Ferraz– abrieron su XIV congreso mirando en dirección a su pretérito con un criterio interesadamente selectivo y, era de esperar, salieron sin un programa político nuevo, aunque sus argumentarios oficiales sostengan lo contrario. Al final pesó más la nostalgia sin filo –el lugar elegido para el cónclave, la cartelería retro, las apelaciones no comprometedoras con la tradición– que la autocrítica y cualquier renovación auténtica.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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