Ustedes perdonen, queridos indígenas, sobre todo si tienen ya la banderita planchada, igual que los cofrades velan las túnicas en las vísperas del gozo, pero a nosotros los eventos patrióticos como este 28F que se aproxima –Andalusians day its just coming– nos resultan mayormente neutros. Tibios. Irrelevantes. Ni frío ni calor, vamos. Sí, somos raritos; ni sentimos orgullo alguno por haber nacido donde decidió la Santa Providencia, que es una señora cuyas razones son caprichosas y carecen de cualquier lógica, ni hemos entendido nunca la razón merced al cual algunos creen que hay que celebrar como si fuera un mérito comunal -y por tanto compartido- aquello que procede únicamente del talento individual. Del día de la Marisma vamos a salir exactamente como entraremos: con absoluta indiferencia.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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