Las revueltas que cada cierto tiempo quiebran la idílica imagen de Andalucía que nos vende el ‘susanato’ han pasado este mes de la sanidad y la educación al transporte de viajeros, donde los taxistas -que no son un derroche de virtudes cívicas- están en pie de guerra contra la competencia de los servicios de intermediación prestados por Cabify. En Málaga han hecho un paro patronal coincidiendo con la Feria. En Sevilla, meses antes, protagonizaron algaradas con el silencio tácito del Ayuntamiento del socialista Juan Espadas, que en esta cuestión, igual que en muchas otras, prefiere dejar que todo lo que tenga que suceder, suceda.
Las guerras del taxi
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo.
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