Baroja dejó dicho que los españoles tienen una solución infalible para todos los problemas: ignorarlos. Se trata de una fórmula tan eficaz como terminal. Muerto el perro, ya no hay rabia que le sobreviva. La frase describe con milagrosa exactitud la conducta de nuestros políticos ante el último gran asunto nacional; obviando, claro está, el serial catalán. Se trata de la decisión del Gobierno de pedir un préstamo de 15.000 millones para pagar este año las pensiones. La decisión confirma los peores augurios: la Seguridad Social carece de fondos suficientes con los que asumir sus compromisos (a corto plazo) con los mutualistas públicos, que suman 8,6 millones de personas, el 18% de la población. Este jubiloso club consume el 40% del gasto social, según el presupuesto de 2017. Sus nóminas equivalen al 11% del PIB.
Los Aguafuertes del lunes en Crónica Global.
Deja una respuesta