Las relaciones políticas entre las tres derechas que gobiernan desde hace dos años Andalucía se parecen mucho a la desagradable experiencia de viajar en un avión y sentir de pronto la inestabilidad que causan las terroríficas turbulencias aéreas. Las corrientes de aire sacuden la nave, haciéndola zozobrar, y uno no sabe si se trata de un episodio pasajero o es el principio del fin. Nadie piensa que las nubes, en apariencia inofensivas, puedan ser peligrosas. Pero lo son si tienen fuerza suficiente para alterar la confluencia de los vientos. Un fenómeno análogo sucede con la coalición a dos bandas –PP y Cs por un lado, los ultramontanos de Vox por otro– que garantiza la estabilidad parlamentaria a Juan Manuel Moreno Bonilla: sin haber tenido hasta ahora problemas serios de convivencia, no es una alianza benéfica, sino –como se dice ahora para evitar ser rotundos– “compleja”. Problemática e imprevisible.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
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