La lotería es un negocio prodigioso en el que pagan todos y, previa tributación, cobra un único agraciado que, al consumir, terminará devolviendo casi todo el dinero al Estado. Una industria infalible que, desde el principio de los tiempos, ha sido celebrada por chinos, romanos y cristianos. Algo similar sucede con la competencia entre provincias para captar inversiones privadas y conseguir ayudas públicas: las llamadas superan con creces a las elegidas y la liza entre todas ellas, lejos de ser entendida como una noble forma de meritocracia territorial, por lo general termina en frustración, que es la génesis de las grandes guerras políticas. Acaba de suceder entre las diez provincias españolas que pujaban ante el Gobierno central para albergar la Base Logística del Ejército de Tierra, un proyecto del ministerio de Defensa conocido como Plan Colce que supone recibir una inversión millonaria en tiempos de desgracias, empleo y tecnología.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
Deja una respuesta