La política indígena, sobre todo si miramos a siniestra, se parece a la natación, esa gimnasia prodigiosa que, además de fuerza y agilidad, necesita aprovechar los factores ambientales. Esto es: el curso natural del agua. «Sube la marea / como un buen nadador / aprovecha la ola«, cantaba en una canción de la Movida -¡ah, nuestra prehistoria!- el grupo Radio Futura. Desde los ochenta hasta ahora ha corrido mucha agua bajo los puentes, pero en el caso de los partidos de la izquierda en la Marisma siempre son tiempos de sequía duradera. Perpetua. El PSOE, al que situamos en esta orilla para entendernos, no porque sea socialdemócrata, no levanta cabeza. El tránsito de la era susánida, llena de espantos y «fin de una aristocracia», como escribió Machado de los señoritos meridionales, a la etapa neocolonial (con Ferraz como metrópoli) no ha solucionado niente.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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