A tenor de la táctica kamikaze del sanchismo, esa calamidad que no deja de abrir frentes en una estrategia suicida cuyo objetivo es que la última iniciativa anule el impacto de la anterior, igual que en el juego de la ruleta rusa, donde si sale la bala no hay más que hablar y, si no, uno ya se da por contento, los cinco meses (escasos) que restan para las municipales van a ser un infierno electoral, aunque todavía quede tiempo para campaña oficial. En enero abre el hipódromo del 28M. Ya han tomado posiciones los próceres de la Marisma que, debido a la falta de pulso del Quirinale, a la muerte clínica de los socialistas y al despelleje (solidario) de las izquierdas, últimamente se dedican a opinar (mucho) sobre política nacional. En su momento también les ocurrió –cuando estaban vivos– a los socialistas. Siempre que había un gobierno de signo contrario en la Moncloa nacían estadistas de aldea.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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