Oordenar la composición de una loa en favor de tu propia persona es una señal de decadencia. Lo escribió Machado (Antonio): «Se canta lo que se pierde». Reivindicamos justo lo que no somos. Bajo este marco de interpretación debemos valorar los intentos de Su Peronísima por volver a alzar de cara a la galería la bandera de Andalucía, la misma que hace unos meses estaba dispuesta a dejar tirada en el yermo suelo patrio para alcanzar otras aspiraciones superiores. Su motor ahora no es la convicción, sino la necesidad. El malestar de un hipotético porvenir aciago. Dado que a estas alturas sus heraldos no han sacado los habituales sondeos electorales a favor, podemos aventurar que en el fondo es el pánico, y no otra cosa, lo que explica el cartel solemne del Gran Circo que se anuncia para los meses venideros.
Las Crónicas Indígenas del sábado en El Mundo.
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