El Quirinale se enfrenta, en vísperas de los inminentes comicios del 28M, a una huelga de los médicos de Atención Primaria. Los sindicatos de los galenos intentan justificarla en beneficio de los pacientes, pero ocultan el hecho –indiscutible– de que si ellos quieren trabajar menos y cobrar más, que de eso va el colapso que todos los ciudadanos sufrimos cuando acudimos a un ambulatorio –un término que a los colegios médicos, tan finos, les inquieta porque no lo ven moderno–, quienes van a seguir viendo erosionado su derecho a la atención médica, una de las necesidades esenciales de cualquier persona, son sus pacientes. Nosotros. Dado que todo esto sucede desde hace dos años –primero por el Covid, y después por la huelga de celo que determinados galenos ejercen por su cuenta– la convocatoria de paros que comenzará a finales de este mes enero, en caso de consumarse, vendrá a empeorar la situación (y la salud) de los enfermos en la Marisma.
Las Crónicas Indígenas en El Mundo.
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