En el PP de Sevilla –dicen– corren tiempos de renovación. O quizás no. Depende de cómo se mire. Empecemos por los hechos: la presidencia del partido está ahora en manos de una mujer -Virginia Pérez- y, como auguramos aquí en su día, la portavocía municipal ha recaído, sin dejar espacio alguno a la sorpresa, en el concejal Beltrán Pérez. Los dos Pérez lideran una organización que en los dos últimos años ha desperdiciado todo el patrimonio político acumulado históricamente, aquel que les llevó hasta en dos ocasiones a la Alcaldía y durante un tiempo les hizo soñar con la conquista de San Telmo. Las caras han cambiado. Es verdad. Los cospedalistas están ahora en minoría y los arenistas recuperan posiciones internas.
La Noria del miércoles en elmundo.es.
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