Si uno fuera un profeta perdido en el Monte Sinaí, destino que el cielo ha tenido la infinita bondad de alejar di mezzo del cammin di nostra vita, diríamos, sin exagerar un punto, que el grado de maldad de la civilización contemporánea tiene su metáfora más perfecta en los calendarios. Los dietarios están llenos de efemérides dedicadas a conmemorar las cuestiones más peregrinas. Algunas son nobles, quién lo duda; otras resultan obvias e innecesarias.
La Noria del sábado en El Mundo.
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