En la televisión de El Correo, donde Óscar Gómez interroga a nuestros próceres, Espadas, que anda celebrando con una ronda triunfal por los medios locales su primera anualidad como regidor sin oposición, dijo el otro día que no está dispuesto a que Sevilla deje de ser «una ciudad viva». Lo admitimos: a veces también hemos pensado que Sevilla está muerta y que algunos no se dan cuenta. Salir a la calle todos los días nos saca de nuestro equívoco: no estamos muertos, sino agonizando.
La Noria del sábado en El Mundo.
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