Moreno Bonilla, l’uomo della moda, abrió la resaca del post-debate anunciando que este 19-J quiere hacerse un Ayuso. Esto es: gobernar solo o, en su defecto, con el respaldo de Vox desde lejos. Fuera de San Telmo, sin perder la sagrada centralidad. Se antoja una tarea quimérica. Como dijo Rafael Gómez, ‘El Gallo’, “lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible”. No tanto por el resultado que deparen las urnas –en Andalucía siempre incluyen una sorpresa con estrambote, igual que el soneto cervantino–, cuanto por la analogía: la prima donna de Madrid no está –ni en el fondo, ni en la forma, ni en su voluntad, ni en su inconsciente– en el centro del tablero político. No. El suyo es un extremo (el diestrísimo) del arco parlamentario. Incluso más allá. Casi fuera: Non Plus Ultra.
Los Cuadernos del Sur en La Vanguardia.
Deja una respuesta